Eva Jacqueline Longoria es la menor de cuatro hermanas. Se crio en Texas más bien en el medio rural. Su familia no era precisamente rica y, para colmo, y aunque resulte difícil creerlo de tanto cómo lo cuentan las modelos y actrices guapísimas, de pequeña en el cole la llamaban fea.

El caso es que se hizo con la corona de Miss Corpus Christi y pretendió abrirse paso como modelo pero, claro, con 1’57 de estatura no resulta fácil triunfar en las pasarelas. Con que se dijo que a lo mejor lo de ser actriz le iba bien. Y le fue.

Hace papelillos aquí y allá durante unos años y en 2004 llega el pelotazo de su vida: Mujeres desesperadas. Al fin, el champán y la fama. Y los amores con famosetes.

Se casa en 2002 con el actor de Hospital central Tyler Christopher. Se divorcia en 2004.

Se lía fugazmente con JC Chasez, del grupo ‘N Sync, banda en la que también estuvo Justin Timberlake.

Y llega el que (creía) iba a ser el amor de su vida: el jugador de baloncesto Tony Parker. Contrae matrimonio con el deportista en 2007. Lo hacen a lo grande, en Francia y, para que todo sea aún más romántico, en un chateau descomunal: el Palacio de Vaux-le-Vicomte (que, por cierto, alquilan para cualquier cosa, ya que también salió en la peli de James Bond Moonraker). Se casan, decimos, enamoradísimos y son la pareja ideal y ella se tatúa en un lugar íntimo (jamás desveló cuál) las iniciales del él.

         Y cuál es la sorpresa cuando se sabe que el bueno de Tony no es tan bueno como parece. O sea, que se dice que tiene sus devaneos a espaldas de Eva. Se habla, por ejemplo, de la modelo Alexandra Paressant. Aunque la gota que colma el vaso es el suceso de los SMS de Tony. El patoso de Tony se dedica a mandar mensajitos guarros vía móvil a Brent Barry, la novia de un ex compañero de equipo, y le pillan. Encima alega que, en cualquier caso, no hubo más que sexo telefónico (y sólo por escrito). A lo cual Eva responde que le importa un pimiento, se divorcia en 2007 y pide hora para borrarse con láser la T y la P que mantenía ocultas en alguna parte de su cuerpo.

         Una vez finiquitado su matrimonio con Tony Parker comienza a echarse novietes pero no le duran mucho. Que si unas semanitas con Eduardo Cruz, hermano de nuestra Penélope; que si unos meses con Ernesto Argüello, un empresario de Miami … Y en este plan. El corazón de Eva Longoria, por tanto, está libre a la espera de oro amor que lo cure de sus catástrofes.

         Eva Longoria tiene un restaurante de comida mexicana en West Hollywood: se llama Beso (así, en español). En 2009 abrió otro en Las Vegas.